Día 5, Erawan

Tras una noche con ruidos a muchos pájaros, grillos y demás nos levantamos, hoy es mi 40 cumpleaños, en el desayuno Eva le pide a nuestra camarera favorita encender unas velas en alguna magdalena o bizcocho y me encuentro con esto, guau!


Impresionante, celebrando por primera vez mi cumpleaños en "verano" y en un lugar increíble


Para este día especial, el día anterior reserve una excursión para todo el día. Nos recogieron en el hotel a las 8 de la mañana, primer destino Erawan waterfall, uno de los sitios que más me gusto de todo el viaje, esta dentro del parte natural de Erawan, a 1 hora en furgoneta de Kanchanaburi, consta de una ruta de 7 cascadas donde vas subiendo siguiendo un camino sin perdida, y te puedes ir bañando en los lagos, cuidado!! hay peces que muerden, en realidad no hacen daño ni es peligroso pero si que es una sensación un poco extraña.




Nos bañamos en muchas de ellas y llegamos hasta la cascada número 7, el ascenso de la 5 a la 7 es algo complicada, Carlota subió en bañador y descalza, al mirarla me parecía ver a un mono más que a mi hija, ese contacto con la naturaleza quedaría memorizado en nuestra retina para siempre.



Teníamos que estar a las 12 en la entrada del parque donde había un restaurante para comer con el grupo de la excursión, nosotros por llegar a la cascada número 7 se nos hizo tarde y acabamos llegando casi a la 1, durante el descenso Carlota se cayó dos veces y se hizo algunos arañazos en las piernas, al llegar tuvimos muy poco tiempo para comer, suerte que parte de la comida nos la pusieron para llevar y nos dejaron que siguiéramos comiendo en la furgoneta camino al siguiente destino.

Lo siguiente fue un paseo en elefante, los niños alucinaron al ver los elefantes aunque a Carlota le dio miedo subirse y solo Eva y Pablo subieron a dar el paseo.

Seguidamente nos llevaron a dar un paseo en una balsa de bambú, ataron la balsa a una embarcación tipo long-tail y subimos río arriba, a un par de kilómetros soltaron los amarres y descendimos río abajo con la fuerza de la corriente.

La siguiente actividad fue visitar la cueva de Kra Sae donde dentro hay un Buda, durante la segunda guerra mundial la cueva era utilizada como almacén para la construcción del ferrocarril de la muerte.


Caminamos por las vías del ferrocarril que hay justo delante de la cueva y que tiene unas vistas magníficas al río Kwai y después nos subimos a un tren donde recorreríamos unos cuantos kilómetros.

Finalmente otra vez en Kanchanaburi nos llevan a ver el famoso puente sobre el río Kwai, allí pudimos pasear sobre el puente y hacernos unas fotos muy chulas.


Ya en el hotel, los niños incansables quieren acabar el día bañándose en la piscina de noche, nosotros mientras aprovechamos para darnos una ducha y descansar, luego vamos a cenar al maravilloso restaurante del hotel, ha sido un cumpleaños muy divertido uno de los mejores que recuerdo.

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