Día 7, Masaje en família

Hoy es nuestro primer día completo en Chiang Mai, hemos dormido genial en nuestro hotel, como somos cuatro, nos han dado 2 habitaciones independientes con cama king size, hemos preguntado por si podían darnos una habitación famíliar pero no han dicho que no les quedaba así que hemos hecho equipo de chicos y equipo de chicas.


Tenemos el desayuno incluido así que a primera hora y hambrientos hemos ido a ver que pinta tenía el desayuno, tras un desayuno completo con huevo frito incluido decidimos pasar la mañana disfrutando de la piscina, la verdad es que es un gustazo bañarse a más de 30 grados sabiendo que en España, la familia y amigos están con ola de frío.


Los peques lo han pasado genial y nosotros nos hemos relajado tomando el sol, después de ese momentazo de relax hemos ido al centro de la ciudad, así que de nuevo pedimos un taxi con Grab y por unos 60 baht (1,6€) en 10 minutos estamos en el centro, el centro de Chiang Mai esta rodeado por una muralla.
Damos un paseo por una de las calles principales del centro asombrados por todo lo que vemos, nos sentamos a comer en una terraza bastante auténtica, suerte que tanto a Pablo como a Carlota les ha gustado la comida Thai, aunque siempre decimos "Mai Pet" que en Thai significa "no picante".


Después de la deliciosa comida no podía faltar un riquísimo postre, así que buscamos un puestecito en la calle donde venden fruta fresca y compramos una bandeja de fresas, sinceramente nunca antes había comido unas fresas tan sabrosas, eran más bien de tamaño pequeño pero de un sabor enorme.


Tan felices por la calle comiéndonos nuestras fresas de repente se pone a llover, tiene pinta de que no va a durar mucho pero llueve lo suficiente como para que no podamos seguir paseando por la calle así que buscamos alguna alternativa para hacer, se nos ocurre ir a hacernos un masaje, buscamos en Google y lo más recomendado en Chiang Mai son los que hacen las ex-reclusas, por lo visto hay un programa donde reinsertan a mujeres reclusas enseñándoles ha hacer masajes.
El centro con las mejores valoraciones estaba ya completo y nos dijeron que hay que ir a primera hora del día para poder hacerte un masaje, como nosotros lo queríamos esa misma tarde, buscamos por los alrededores y encontramos uno que nos dio buena impresión.


Entramos a preguntar, el precio era de 1000 baht (28€) por un masaje de 1 hora para cada uno, nos parecio bien así que entramos, nos dan una ropa para cambiarnos y seguidamente nos sientan a lavarnos los pies, luego entramos en un espacio muy amplio donde hay muchos colchones en el suelo y hay más gente a la que están masajeando, el ambiente es muy relajante, mucha de fondo, olor a incienso, nos invitan a tumbarnos y empiezan en el masaje.
El masaje empiezan por los pies, siguen por las piernas, aprietan y estiran todos los músculos, a veces llega a doler un poco pero es soportable, después sigue por el cuello, cabeza, espalda y termina con unos estiramientos que parece que te van a partir en dos.


La hora pasa en un abrir y cerrar de ojos, estamos los cuatro muy contentos, felices y relajados, al salir, nos volvemos a poner nuestra ropa de calle y en la recepción nos invitan a un té, nos sentamos y lo tomamos, nos sentíamos muy bien y relajados, nos sentamos y tomamos el té con una cara de felicidad que entraron unas chicas a preguntar y al vernos la cara no se lo pensaron para entrar y hacerse un masaje.


Por suerte al salir ya no llovía, así que seguimos con nuestro paseo, en Tailandia en general es muy normal que la gente vaya en moto sin casco, creo que no esta permitido pero la policía tampoco lo persigue, también es normal ver a dos o tres personas en una misma moto, incluso con niños, pero ver a cuatro adolescentes sin casco en una misma moto nos impacto, además pasan por delante de la policía y no les dicen nada.


Hora de la merienda, en Tailandia puedes encontrar comida en casi cualquier esquina, montan un puesto de pinchos o de lo que sea con una moto y una sartén, a Pablo y Carlota les encantaron los crepes.


Seguimos con la visita de algunos templos que nos vamos encontrando por el camino, la verdad es que en el centro de Chiang Mai hay más de 300 templos, no ibamos buscando ninguno en contreto sino que según nos ibamos encontrando ibamos visitando, al final todos se parecen mucho o al menos eso nos parecía a nosotros.





Empieza a anochecer y nos dirigimos hacia el mercado nocturno, infinidad de puestos donde puedes comprar de todo, ropa, relojes, navajas etc, me llamo la atención las camisetas con luces al ritmo de la música.

También hay una zona con comida así que nos sentamos a cenar algo.


No llamo la atención unos helados que hacen al momento, en una plancha helada ponen los ingredientes y los pican con una espátula, los aplastan y hacen unos helados enrollados que después meten en una tarrina, tanto Pablo como Carlota no se lo quisieron perder así que se pidieron uno cada uno, la verdad es que es más el espectáculo de como lo hacen que después el helado en si.


Aquí puedes ver un vídeo del proceso.



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